Guía de Cuidados
Las prendas de pelo están confeccionadas con un material que es absolutamente natural y que precisa una serie de cuidados para que puedan mantenerse durante muchos años.
Por ello, es preciso conocer una serie de recomendaciones que a continuación reseñamos:
Es recomendable que acuda a los profesionales que dispongan de un buen servicio de conservación, pues, sin duda, obtendrá con ello de unas prestaciones de mantenimiento, revisión y limpieza adecuadas.
No obstante, si va a proceder a guardar sus prendas en su propio domicilio, es recomendable hacerlo en un espacio o armario lo suficientemente amplio (evite que este aplastada por otras prendas que tenga en el armario) y protegido de la luz, bien sea solar o artificial. Una exposición directa y prolongada puede dar lugar a alteraciones en su color.
Ese espacio donde guarde la prenda, procure que sea el más fresco que tenga en su domicilio y nunca la guarde envuelta en una bolsa de plástico, utilice una bolsa de tela lo suficientemente larga que permita que la prenda tenga la ventilación adecuada y evite el roce con el fondo y el subsiguiente proceso de arrugado.
Cuélguela utilizando una percha ancha y grande, adecuada al tamaño de su prenda. Se recomienda que abroche el botón superior, evitando con ello que se caiga de la percha y además, que sufra posibles deformaciones de la misma.
Para airear una prenda, proceda a agitarla suavemente, no debiendo utilizar nunca peines ni cepillos.
Si le ha llovido o nevado, sacúdala bien y con cuidado y proceda a colgarla en un lugar aireado y fresco y, bajo ningún concepto la ponga a secar cerca de una fuente de calor, pues ello sin duda perjudicará a la piel.
Si la prenda ha quedado completamente empapada por el agua, póngala de inmediato en las manos de un profesional para que proceda a su adecuado cuidado.
Periódicamente, deberá realizar una limpieza de sus prendas. Esa limpieza y reparación periódica no dude que añadirá años a la vida de su prenda.
Por ello, es preciso conocer una serie de recomendaciones que a continuación reseñamos:
Es recomendable que acuda a los profesionales que dispongan de un buen servicio de conservación, pues, sin duda, obtendrá con ello de unas prestaciones de mantenimiento, revisión y limpieza adecuadas.
No obstante, si va a proceder a guardar sus prendas en su propio domicilio, es recomendable hacerlo en un espacio o armario lo suficientemente amplio (evite que este aplastada por otras prendas que tenga en el armario) y protegido de la luz, bien sea solar o artificial. Una exposición directa y prolongada puede dar lugar a alteraciones en su color.
Ese espacio donde guarde la prenda, procure que sea el más fresco que tenga en su domicilio y nunca la guarde envuelta en una bolsa de plástico, utilice una bolsa de tela lo suficientemente larga que permita que la prenda tenga la ventilación adecuada y evite el roce con el fondo y el subsiguiente proceso de arrugado.
Cuélguela utilizando una percha ancha y grande, adecuada al tamaño de su prenda. Se recomienda que abroche el botón superior, evitando con ello que se caiga de la percha y además, que sufra posibles deformaciones de la misma.
Para airear una prenda, proceda a agitarla suavemente, no debiendo utilizar nunca peines ni cepillos.
Si le ha llovido o nevado, sacúdala bien y con cuidado y proceda a colgarla en un lugar aireado y fresco y, bajo ningún concepto la ponga a secar cerca de una fuente de calor, pues ello sin duda perjudicará a la piel.
Si la prenda ha quedado completamente empapada por el agua, póngala de inmediato en las manos de un profesional para que proceda a su adecuado cuidado.
Periódicamente, deberá realizar una limpieza de sus prendas. Esa limpieza y reparación periódica no dude que añadirá años a la vida de su prenda.
