La colección es sincera, femenina y está cargada de sentimiento. A través de un minimalismo depurado expresamos lo fundamental, sin adornos y sin ostentaciones. Rescatamos la tradición de vestirse de novia y mostramos una belleza atemporal, limpiando lo innecesario y volviendo a lo más elemental, rescatando así las técnicas artesanales como los plisados o drapeados, los bordados en cerámica con piezas de antiguas vajillas familiares y los frunces estratégicos y repetitivos en la mayoría de las prendas.